Artículos Inusuales Utilizados como Garantía de Préstamo
He estado en la industria del empeño durante más de 40 años, todos ellos con Provident Loan Society, la única casa de empeño sin fines de lucro del estado de Nueva York (y probablemente del país).
El empeño es una excelente forma de obtener préstamos en efectivo rápidos y a corto plazo mediante el uso de un artículo personal de valor como garantía para asegurar que el préstamo se pagará según lo programado. En Provident, aceptamos oro, joyas, gemas preciosas, relojes finos, platería y el ocasional artículo de colección como garantía. Sin embargo, también recuerdo cuando aceptábamos radios, cámaras, instrumentos musicales y pieles.
El problema con las cámaras y las radios es que, con los constantes cambios tecnológicos, se vuelven obsoletos muy rápidamente y, por lo tanto, su valor percibido disminuye. Es por ello que hoy en día ya no aceptamos dichos artículos como garantía de préstamo.
En la década de 1970, nuestra oficina de Times Square tenía algunas clientas mujeres que usaban sus tapados de piel como garantía de préstamo. ¿Era realmente así? Cada abril, solían traer sus pieles, las cuales guardábamos en las bóvedas refrigeradas de nuestras instalaciones. Cuando comenzaba noviembre, las mujeres regresaban, pagaban sus préstamos y recuperaban sus pieles. Prácticamente, nos usaban para guardar las pieles, ya que era más barato que llevarlas a las tintorerías locales. Con el tiempo, nos deshicimos de las bóvedas refrigeradas debido a que el servicio era demasiado costoso, y nunca más volvimos a ver a aquellas mujeres.
En Hong Kong, donde reina la moda, la casa de empeño Yes Lady Finance acepta bolsos de diseñador del estilo de Gucci, Chanel, Hermes y Louis Vuitton como garantía de préstamo. Si el cliente no paga el préstamo, el bolso se vende en una de las tiendas de diseñador de segunda mano de la compañía. Los préstamos por los bolsos comienzan en alrededor de los $200, pero pueden ser mucho más altos. Recientemente, un cliente aseguró un préstamo de 250 000 dólares de Hong Kong (32 200 dólares americanos) por una cartera de piel de cocodrilo.
Evaluación del valor de un artículo por lo que vale
El monto que una casa de empeño puede prestar depende del valor total evaluado de los artículos que se utilicen como garantía. Tasar el valor de un artículo es un proceso complejo, y puede haber una diferencia importante entre la estimación aproximada del dueño del artículo y la tasación experta de un prestamista con experiencia.
Además, el valor percibido de un artículo varía de acuerdo a quienes lo perciben. Por ejemplo, un postor de subasta puede establecer un valor más elevado para un artículo que el propietario, el joyero que vende la pieza o el distribuidor, que solo actúa como intermediario.
Por ejemplo, un cliente trajo un reloj de pulsera “repetidor” Vacheron Constantin de platino como garantía para un préstamo de $1500 que el dueño finalmente no pagó. Los repetidores, que suenan a intervalos preestablecidos, son más comunes para los relojes de bolsillo que para los relojes de pulsera. Por lo tanto, cuando tasamos dicho artículo para subastarlo, pusimos un precio de venta inicial de $3000.
Cuando se inició la subasta y el precio continuaba aumentando a $10 000, luego a $30 000 y después a $50 000, comenzamos a pensar que quizás habíamos subestimado el valor del reloj. Finalmente, la pieza se vendió por $290 000, el precio de subasta más elevado que se pagó por un reloj hasta ese momento.
De la misma manera, otorgamos un préstamo de $7000 a un cliente que trajo un conjunto de aretes Harry Winston y un brazalete Tiffany como garantía. El cliente no cumplió con el pago y las joyas también alcanzaron los $290 000 en la subasta.
Artículos inusuales como garantía de préstamo
Uno de los artículos más extraños que he visto como garantía de préstamo es el Trofeo del campeón de Kentucky Derby de 1969. El dueño lo había utilizado varias veces para préstamos con garantía, pero finalmente no cumplió con el pago y tuvimos que subastarlo. Establecimos un valor inicial entre $15 000 y $20 000, en función de su contenido de oro de 14k únicamente, pero teníamos curiosidad respecto a cuál podía ser el valor percibido desde el punto de vista de un postor.
Ingresé al sitio web de Kentucky Derby, en el que figuraba que el trofeo tenía un valor estimado de $70 000, pero quería estar seguro. Así fue que llamé al Museo de Kentucky Derby para confirmar el valor, y enseguida me dijeron que el trofeo original se encontraba en el museo, y que el que teníamos era una imitación. Luego de nuestra conversación, mi contacto del museo decidió investigar un poco más. Resulta que el criador del caballo le había encargado a un artista local una réplica del Trofeo del campeón de Kentucky Derby y que era ese mismo el que se encontraba en el museo.
El trofeo fue comprado en la subasta por $60 000 por Secretariat.com, con base en Louisville, operada en conjunto con la Sra. Penny Chenery, dueña del legendario Secretariat ganador de Kentucky Derby de 1973. El segundo mejor postor resultó ser el Museo de Kentucky Derby, a pesar de que el nuevo propietario acordó prestar el trofeo original al museo. Este hecho marcó la primera transferencia pública de titularidad de un trofeo del campeón de Derby desde 1937. Irónicamente, justo antes de que el trofeo se subastara, su valor ya no figuraba en el sitio web de Kentucky Derby.
La casa de empeño londinense Borro, que solo trabaja con artículos lujosos, ofrece préstamos con garantía de hasta $2 millones, muy por encima del promedio nacional de $150. Solo han prestado grandes sumas por artículos de garantía un tanto inusuales, entre los que se incluyen £81 000 ($126 000) por una extraña colección de estampillas, £41 000 ($64 000) por un conjunto de trenes, £32 500 ($51 000) por pertenencias de los Beatles y £23 000 ($36 000) por una colección de guitarras clásicas Fender.
Hablando de guitarras, nuestra oficina de Bronx una vez retuvo una guitarra acústica Gibson como garantía para un préstamo de $15. Era una verdadera belleza y permaneció con nosotros durante años. El préstamo no se pagaba y yo fantaseaba con la idea de comprarla en una subasta para mí mismo. Luego, el dueño regresó de la nada, pagó su préstamo y recuperó su guitarra.
Todavía pienso en ello.